En el universo de la cerveza artesanal argentina, hay nombres que se repiten cuando se habla de innovación, calidad y pasión. Uno de ellos es Juguetes Perdidos, una cervecería que transformó la experimentación y el amor por la cerveza en una verdadera obra de arte líquida. Con base en el conurbano bonaerense, esta fábrica se ganó un lugar entre las mejores de Latinoamérica —y del mundo— gracias a su enfoque creativo, su técnica impecable y su búsqueda constante de sabores únicos.
Una historia nacida de la pasión
Juguetes Perdidos nació en Caseros (Tres de Febrero, Buenos Aires) de la mano de tres amigos: Ricardo “Semilla” Aftyka, Ian Loran y Sergio “Pisa” Picciani, todos apasionados cerveceros caseros. Lo que comenzó como un hobby en cocinas y garages pronto se convirtió en un proyecto profesional, impulsado por la curiosidad, la experimentación y una filosofía clara: hacer cervezas diferentes, extremas y auténticas.
El nombre “Juguetes Perdidos” es un guiño a la canción homónima de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, una banda que marcó a toda una generación. La idea detrás del nombre refleja su espíritu lúdico: volver a jugar, a crear sin límites, a “perderse” en la exploración cervecera.
A lo largo de los años, Juguetes Perdidos pasó de ser una microcervecería de barrio a convertirse en una de las más premiadas del continente, reconocida por su técnica de elaboración y la calidad de sus productos. En 2018 fue elegida Mejor Cervecería Latinoamericana en la Copa Latinoamericana de Cervezas Artesanales, y en 2023 alcanzó un logro histórico: su cerveza Ábrette Sésamo ganó el oro en la World Beer Cup, el certamen más prestigioso del mundo.
Características que la hacen única
Lo que distingue a Juguetes Perdidos no es solo su calidad técnica, sino su filosofía. Cada receta es el resultado de una búsqueda constante por innovar sin perder la esencia artesanal. Algunas de sus características más notables son:
-
Experimentación constante: no se conforman con los estilos tradicionales. Exploran fermentaciones espontáneas, maduración en barricas y uso de frutas, especias o levaduras poco comunes.
-
Respeto por el proceso: elaboran cervezas con tiempos largos de maduración, algunas de hasta tres años, como en el caso de sus “wild ales”.
-
Selección de insumos premium: utilizan maltas y lúpulos de primera calidad, cuidando cada detalle del proceso.
-
Estética y relato: cada cerveza tiene una historia, una identidad visual cuidada y un espíritu que conecta con la cultura local.
-
Pasión auténtica: detrás de cada botella hay una mezcla de técnica y amor por la cerveza, algo que se percibe en cada trago.

Principales estilos elaborados
La variedad de estilos que ofrece Juguetes Perdidos es uno de sus grandes atractivos. Desde los clásicos lupulados hasta creaciones experimentales, la cervecería ofrece un abanico que sorprende tanto a novatos como a expertos. Entre sus más reconocidas se encuentran:
-
Cerveza Cruz Diablo (Imperial Red IPA)
Una cerveza intensa, de cuerpo robusto y notas a caramelo, combinadas con un potente amargor y aroma a lúpulo.
-
Cerveza Hop de Lis (Belgian IPA):
Mezcla perfecta entre la frescura lupulada americana y el carácter especiado de las levaduras belgas.
-
Cerveza Saison Maracuyá Farmhouse:
Fresca, frutada y con un toque ácido, ideal para quienes disfrutan de las cervezas de fermentación belga.
-
Cerveza Celebration Barrel Aged:
Una compleja mezcla de cervezas añejadas en barricas de roble con cerezas ácidas, que desarrolla notas a madera, vino y chocolate.
-
Cerveza Ábrette Sésamo:
La joya de la casa, una “wild beer” fermentada espontáneamente sin levaduras comerciales y madurada en barricas. Ganadora del oro en la World Beer Cup 2023.
Cada una de estas cervezas es un reflejo del espíritu de la marca: creatividad, técnica y una búsqueda constante de nuevas experiencias sensoriales.
Curiosidades que reflejan su identidad
-
El nombre “Juguetes Perdidos” no es casual: los fundadores querían volver a jugar, a crear, a disfrutar de la cerveza como cuando uno recupera un juguete olvidado.
-
Su cerveza Ábrette Sésamo tardó casi tres años en completarse, con fermentación espontánea y maduración en barricas de vino blanco.
-
En 2025, para celebrar su 10º aniversario, lanzaron una edición especial llamada “600”, inspirada en el emblemático auto Fitito, fabricado en Caseros.
-
Su taproom en San Martín se convirtió en un punto de encuentro para los fanáticos de la cerveza artesanal, con degustaciones, lanzamientos y un ambiente relajado que celebra la cultura cervecera argentina.

¿Por qué elegir Juguetes Perdidos?
Para cualquier amante de la cerveza artesanal, Juguetes Perdidos es una experiencia que trasciende el simple acto de beber. Es una marca que representa el espíritu del movimiento craft: pasión, innovación y autenticidad.
Sus cervezas no buscan imitar, sino contar historias. Cada botella invita a descubrir nuevos sabores, a apreciar la paciencia del proceso y a valorar el arte detrás del producto. En un mercado cada vez más saturado de etiquetas, Juguetes Perdidos sigue siendo sinónimo de excelencia y personalidad.
Ya sea que prefieras una IPA intensa, una cerveza salvaje de barrica o una saison frutada, hay un “juguete” esperando para sorprenderte.
Te invitamos a conocer los estilos disponibles en nuestra web, para que puedas disfrutarlos al mejor precio y con la mejor compañía!
